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Aprender a detenerse
Cuando un equipo se siente presionado, a menudo confunde las buenas decisiones para su proyecto (o producto) con aquellas que le ayudan a quitarse la presión. Lo mismo parece estar sucediendo con las empresas y el COVID.
Los equipos y la presión
Existe un comportamiento frecuente en los equipos de trabajo. Aquellos que quieren llegar a la entrega lo antes posible. Apremiados por la fecha de entrega, la presión de sus jefes o clientes, por mala gestión de la incertidumbre u otras circunstancias, avanzan en su toma de acción de forma rápida, apresurada, nerviosa y en consecuencia errática.
El objetivo de un equipo debe ser el de entregar siempre con la máxima calidad, una solución que resuelva de la forma más eficiente un problema específico (y real) y que al hacerlo, genere un beneficio en la relación negocio y personas/clientes.
Sin embargo, cuando el equipo se siente presionado, su objetivo, puede mutar en “quitarse la presión de encima”.
Aunque es frecuente ver a empresas que incluso incentivan esta presión, es un comportamiento importante a gestionar dentro de las empresas. De no hacerlo, podrán entregar una magnífica liberación de su presión…